En esencia, el vegetarianismo y el veganismo consisten en eliminar grupos enteros de alimentos de la dieta. No importa si los sigues por cuestiones medioambientales, de salud o de crueldad hacia los animales: eliminar la carne y los lácteos son las reglas estrictas de estos regímenes dietéticos.
Sin embargo, hay mucha gente que se adhiere al «flexitarianismo», comprometiéndose a uno o más días sin carne a la semana para reducir su consumo.
No sólo es mejor para el planeta, sino que un nuevo estudio demuestra que incluso una dieta vegetariana a tiempo parcial previene la obesidad en la mediana y la tercera edad, así que si has estado considerando la posibilidad de probarla, ahora podría ser el momento perfecto para invertir en uno o dos de los mejores libros de cocina vegana.
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Investigadores del Erasmuc MC de Rotterdam, en los Países Bajos, analizaron los distintos grados de la dieta basada en plantas y el desarrollo del cuerpo en casi 10.000 adultos de mediana edad y de edad avanzada como parte de un histórico estudio de población en curso. Los investigadores analizaron el índice de masa corporal (IMC), el perímetro de la cintura y un montón de otras métricas desde 2002 hasta 2016.
En el transcurso de esos años, se descubrió que los participantes que tenían puntuaciones más altas en el índice de la dieta basada en plantas tenían un IMC más bajo y una menor circunferencia de la cintura a largo plazo. Esto fue después de ajustar los efectos del tiempo de factores como la educación, el nivel socioeconómico y los niveles de actividad física.
El mensaje de este estudio fue claro: si se sigue una dieta basada en plantas (incluso a tiempo parcial), es menos probable que se sufra de obesidad en la edad adulta.
Los investigadores escribieron: «Llevar una dieta basada en plantas para protegerse de la obesidad no requiere un cambio radical en la dieta ni la eliminación total de la carne o los productos animales. En su lugar, puede lograrse de varias maneras, como la reducción moderada del consumo de carne roja o el consumo de algunas verduras más.»
Esta es una gran noticia para las personas que quieren crear una dieta más sana y ecológica sin querer comprometerse totalmente con el vegetarianismo o el veganismo. Comer carne tres o cuatro días de cada siete, por ejemplo, aumentaría drásticamente tu salud en la edad adulta, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes.
Tampoco hace falta pasar hambre: Científicos de la Universidad de Aberdeen descubrieron que las dietas vegetarianas pueden ser tan eficaces como las basadas en la carne para controlar el apetito durante la pérdida de peso. Sabemos que las dietas ricas en proteínas favorecen la saciedad, pero la dieta vegetariana utilizó productos a base de soja para conseguir el mismo efecto.
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