Para mucha gente, la Navidad no es sólo cuestión de regalos y luces festivas: también se trata de una cena de pavo con relleno, cerdos en mantas, pudín de Navidad y todos los adornos. Pero cada vez somos más los que rechazamos la idea de una cena navideña tradicional, lo que hace que saquemos los mejores libros de cocina vegana y optemos por alternativas vegetarianas y veganas.
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Un estudio encargado por los productores de setas del Reino Unido e Irlanda ha revelado que los que optan por comidas de origen vegetal han aumentado en más de un 50% este año, y que el 20% de los encuestados en el estudio optan por un asado navideño vegano o vegetariano.
Un asado de nueces, un pan vegetariano compuesto por nueces, cereales integrales, setas y otros rellenos, parece ser una de las opciones más populares para una cena navideña ecológica.
La organización benéfica Vegan Society descubrió que el número de veganos en el Reino Unido se cuadruplicó entre 2014 y 2019, y el número de vegetarianos ha aumentado hasta incluir a más del 11% de la población a finales de 2020, según Finder. Aunque alrededor del 80% del Reino Unido no tiene una dieta formal, se ha registrado un aumento del «flexitarianismo», en el que las personas tienen comidas sin carne durante algunos días a la semana.
Aunque algunas personas prescinden de la carne por motivos de salud, cabe señalar que el pavo, por sus propios méritos, es una excelente fuente de proteínas magras y triptófano, un aminoácido que ayuda a producir la hormona conocida como serotonina en nuestro cerebro. Esto nos ayuda a dormir mejor y evita la ansiedad, la depresión y los periodos de bajo estado de ánimo.
Las calorías de una cena navideña no provienen necesariamente del pavo (o de las verduras), sino de todos los adornos: el relleno, las patatas asadas, la salsa espesa, las salchichas envueltas en tocino, el pudín de Navidad… y, por supuesto, unos cuantos vasos de vino para acompañarlo todo. Un asado de nueces vegetariano puede sustituir al plato principal, pero la mayoría de las bombas calóricas seguirán estando en tu plato.
Sin embargo, pensar en una cena de una vez al año en términos de consumo de calorías es una mala idea, después de todo, ¡es Navidad! Algunas personas se preocupan más por el impacto medioambiental de su comida, ya que, según Satsuma Loans, una cena de Navidad vegetariana consume la mitad de emisiones de CO2 para llegar a su plato que una cena normal de pavo.
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En varios estudios se ha descubierto que las dietas veganas son mejores para nuestro corazón que las omnívoras. Sin embargo, la Asociación Americana de Dietética descubrió que «las dietas veganas mal elaboradas… podrían predisponer a los individuos a sufrir deficiencias de macronutrientes (proteínas) y micronutrientes (vitamina B12 y vitamina D; hierro, zinc, calcio, yodo)», así que tendrás que tener cuidado con tus planes de alimentación.
