Con la disminución de los cierres y la vuelta a la normalidad, muchos de nosotros volveremos a la oficina o llenaremos nuestras agendas de eventos sociales.
Por muy emocionante que sea volver a la rutina o ver a los amigos, es natural que también nos traiga más estrés, lo que podría afectar a nuestra respiración.
Charlie Moult, entrenador de respiración en Source Breathwork, explica: «Cuando nos sentimos abrumados y ansiosos, naturalmente empezamos a contener la respiración, a respirar más superficialmente y a respirar desde el pecho en lugar de hacerlo desde el diafragma. Esto exacerba nuestra respuesta al estrés y puede dificultar que nos relajemos y permanezcamos presentes.»
Charlie continúa diciendo que, de forma similar al yoga, cuando nos centramos conscientemente en nuestra respiración, pasando a respiraciones diafragmáticas lentas y cambiando nuestro patrón de respiración, podemos enviar señales a nuestro cerebro de que estamos seguros.
«También estimulará nuestro nervio vago, activará nuestro sistema nervioso parasimpático (responsable del descanso/digestión/curación) y calmará nuestra mente. La respiración superficial también incrementa la presión arterial y aumenta el ritmo cardíaco: se liberan hormonas del estrés que aceleran nuestros latidos.»
Mientras que si quieres hacer un seguimiento de tu ritmo cardíaco, echa un vistazo a nuestra guía de los mejores pulsómetros.
Aquí Charlie nos lleva a través de algunos ejercicios de respiración para ayudarnos a recuperar el control de nuestra respiración:
Respiraciones profundas del vientre
Alargando las exhalaciones y centrándose en el uso del diafragma, podemos estimular el nervio vago que calma nuestro sistema nervioso. Este tipo de patrón de respiración potencia nuestro consumo de oxígeno, nuestra concentración e incluso nuestra voz al hablar.
Sentado o tumbado con las rodillas flexionadas hacia arriba, coloque las manos sobre el vientre y concéntrese en inspirar profundamente por la nariz y espirar por la boca haciendo un sonido shhh al exhalar.
Inspirar contando hasta 5 y espirar lentamente hasta 8. Repetir durante 3-4 minutos o durante el tiempo que sea necesario.
Respiración fluida
Este tipo de respiración aumenta la captación de oxígeno y también calma nuestro sistema nervioso, creando una sensación de relajación y de mayor concentración.
Sentado cómodamente, inhala y exhala por la nariz centrándose en la respiración hacia el vientre, luego:
– Inhalar a la cuenta de 4 y exhalar a la cuenta de 4 – luego repetir cuatro veces
– Inhalar a la cuenta de 4, mantener 4, exhalar 4, mantener 4 – luego repetir cuatro veces
– Inhalar 8
– Inhale durante 8, mantenga 8, exhale 8, mantenga 8 – luego repita cuatro veces
Relájese y vuelva a un ritmo natural con su respiración.
Si quieres seguir con la meditación, consulta nuestra guía de las mejores esterillas de yoga.