Llevar un diario es cada vez más popular en los círculos del bienestar. Llevar un diario personal solía considerarse una práctica para adolescentes y escritores profesionales, pero llevar un diario se ha convertido en una herramienta terapéutica reconocida y accesible para personas de toda condición. A menudo se incluye en las listas de prácticas de autoayuda, junto con las duchas frías y la meditación.
Se utiliza como una forma de terapia cognitiva conductual para aumentar los sentimientos de gratitud y felicidad, y desterrar los sentimientos de depresión y ansiedad.
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Sin embargo, llevar un diario no sólo es bueno para nuestra salud mental: también lo es para nuestra salud física. Un informe de la Asociación Americana de Psicología (APA) examinó varias investigaciones sobre la influencia de esta práctica en nuestro sistema inmunológico, ayudándonos a combatir enfermedades e incluso a recuperarnos de lesiones físicas.
Una investigación de la Universidad de Texas en Austin descubrió que escribir para registrar y comprender las emociones podría potenciar el funcionamiento inmunitario en personas con problemas de salud subyacentes, como el asma, la artritis o incluso el VIH.
El estrés emocional puede limitar la eficacia de nuestro sistema inmunitario debido a la secreción de la «hormona del estrés» conocida como cortisol. Se cree que llevar un diario, con sus cualidades antiestrés, limita la secreción de esta hormona y permite que el sistema inmunitario haga su trabajo con eficacia.
Cómo empezar a llevar un diario
Hay muchas maneras de empezar a llevar un diario, pero el informe de la APA dice que desahogar las emociones por sí solo -ya sea escribiendo o hablando- no es suficiente para aliviar el estrés. Para aprovechar el poder curativo de la escritura, las personas deben utilizarla para comprender mejor sus emociones y aprender de ellas.
Investigadores de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) pidieron a los pacientes que escribieran sobre sus experiencias vitales negativas o sobre sus horarios diarios, lo que produjo un aumento a corto plazo de la función del sistema inmunitario y una disminución del estrés.
Pruebe a seguir este ejemplo: al comienzo del día, trace primero su agenda diaria. En segundo lugar, escriba una lista de pensamientos negativos, cualquier cosa que esté rumiando en ese momento, para poder verlo en blanco y negro. Por último, haz una lista de tres cosas por las que estés agradecido.
Esto debería ser un buen comienzo. Llevar un diario con regularidad beneficia tanto a tu salud mental como física y (lo mejor de todo) todo lo que necesitas para empezar es un bolígrafo y un cuaderno.
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