La fruta y la verdura son increíbles. Están llenas de maravillosos micronutrientes, se pueden batir en batidos o zumos saludables para darles un toque adicional (utilizando nuestros mejores modelos de batidoras, naturalmente) y son naturalmente bajas en calorías a la vez que altas en nutrientes. El consumo variado de fruta y verdura, o tener un «plato de colores», se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e incluso cáncer.
Sin embargo, no sólo sirven para eso: un nuevo estudio ha descubierto que comer más fruta y verdura al día, unos 470 gramos, se asocia a niveles más bajos de estrés en comparación con los que comen sólo 230 gramos.
El estudio, publicado por investigadores de la Universidad Edith Cowan, estudió la relación entre la ingesta de frutas y verduras y los niveles de estrés a través de los datos de más de 8.600 australianos. El informe reveló que los que comían más de 470 g de fruta y verdura al día tenían un 10% menos de estrés que los que sólo comían la mitad de esa cantidad. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir al menos 400 g de fruta y verdura al día, de los cuales 80 g se consideran una «ración».
La investigadora principal, la candidata al doctorado Simone Radavelli-Bagatini, dijo: «Descubrimos que las personas que tienen una mayor ingesta de frutas y verduras están menos estresadas que las que tienen una menor ingesta, lo que sugiere que la dieta desempeña un papel clave en el bienestar mental».
«El estrés a largo plazo y sin control puede provocar una serie de problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, depresión y ansiedad, por lo que debemos encontrar formas de prevenir y posiblemente aliviar los problemas de salud mental en el futuro.»
El estrés es un tema complejo con una serie de factores tanto internos como externos -ninguna cantidad de fruta y verdura va a ayudar si se ha perdido el trabajo-, pero saber que una dieta más variada influye en la sensación de estrés a largo plazo puede ayudar. Se ha descubierto que la salud intestinal desempeña un papel en la lucha contra la ansiedad y la depresión, y las fibras y los micronutrientes saludables de la fruta y la verdura son un componente esencial.
Comer sano puede ser caro, pero hay formas sencillas de reducir el coste de los ingredientes: un estudio de la Universidad de California demostró que no hay diferencias significativas en el valor nutricional de la fruta y la verdura congelada frente a la fresca. Comprar bolsas de guisantes, zanahorias y brócoli congelados es igual de bueno, resulta más barato y se conserva más tiempo.
Cocina tus verduras de forma más saludable en lugar de rociarlas con aceite, utilizando herramientas como nuestras mejores freidoras de aire, que fríen y asan utilizando una fracción de la cantidad de calorías añadidas, o nuestra lista de mejores parrillas.
