Podemos hacer todos los mejores ejercicios para la pérdida de peso, abdominales y circuitos de tabata alrededor, pero ese viejo adagio es cierto: los abdominales se hacen en la cocina. Si quieres perder peso en la barriga (o en cualquier otra parte, en realidad) tienes que tener en cuenta el control de las porciones.
Comer porciones más pequeñas a la hora de las comidas no sólo sirve para tener una cintura más delgada: también puede ayudarte a vivir más tiempo. Las personas que viven en las «zonas azules» -áreas del mundo como la isla japonesa de Okinawa, cuyos ocupantes tienden a vivir mucho y a mantenerse sanos en la vejez- comen hasta el 80% de su capacidad.
Fuera de las zonas azules, a menudo tendemos a sobrecargar nuestros platos porque estamos acostumbrados a llenarnos hasta la saciedad, pero podemos evitarlo bebiendo un gran vaso de agua antes de las comidas.
Un estudio publicado en la revista Clinical Nutrition Research reclutó a 15 participantes (ocho mujeres y siete hombres) con edades medias de 26,4 años en el caso de las mujeres y 23,5 en el de los hombres. En el estudio se les hizo beber un vaso de agua antes de las comidas y se estudió si disminuía el consumo de energía y los niveles de saciedad.
Los resultados fueron muy positivos. El estudio descubrió que «el consumo de agua antes de las comidas condujo a una reducción significativa de la ingesta de energía en las comidas», reduciendo la cantidad de comida que los participantes ingirieron.
Sin embargo, los participantes no registraron ningún descenso significativo en sus niveles de saciedad, por lo que seguían sintiéndose tan llenos como siempre.
Aunque se desconoce el mecanismo real que lo provoca, los investigadores concluyeron que el consumo de agua antes de las comidas podría ser una estrategia eficaz de control de peso.
El consumo de agua no sólo ayuda a reducir el apetito: también es una bebida muy eficaz para perder peso por derecho propio. Es una alternativa sin calorías a las bebidas azucaradas, y el cuerpo humano la necesita para sobrevivir.
Beber agua ayuda a retener la función cognitiva, lo que permite a tu cerebro rendir al máximo, y también ayuda a aliviar el estreñimiento. Todo, desde tus niveles de energía hasta el funcionamiento de tus órganos internos, también cae en picado cuando estás deshidratado.
Eso es suficiente para que cualquiera busque la mejor botella de agua para el gimnasio. No todas las botellas son iguales: algunas más baratas filtran plástico y BPA en sus líquidos con el tiempo. Ten a mano una de estas botellas junto a tu escritorio para mantenerte hidratado durante todo el día.