Dolor muscular: Esta bebida común te ayudará a recuperarte después del entrenamiento

Si has empezado una rutina de fitness este año, puede que sientas dolores musculares después de hacer ejercicio. Por lo general, se trata de una parte natural del ejercicio, denominada dolor muscular de aparición retardada (o DOMS, por sus siglas en inglés), lo que significa que los músculos duelen mientras tardan en curarse entre las sesiones de fitness. Es posible que busques un antiinflamatorio, que suele aparecer cuando se buscan los mejores suplementos para las articulaciones. Sin embargo, la ciencia ha encontrado una forma totalmente natural de reducir el dolor muscular: el zumo de cereza.

Puede sonar extraño, pero beber zumo de cereza -concretamente zumo de cereza ácida – podría tener un efecto antiinflamatorio, evitando que tus músculos se resientan demasiado y ayudando a tu recuperación. Científicos de la Universidad de Delaware han estudiado los efectos del zumo de cereza ácida sobre la inflamación, encontrando algunos efectos positivos.

Es un truco por el que también juran muchos atletas profesionales, incluido el mejor jugador de baloncesto DeAndre Liggins.

El jugador de la NBA convertido en estrella de la Liga Británica de Baloncesto -que actualmente juega en los London Lions- dice: «Este es un gran truco para la recuperación de los entrenamientos en casa, ya que es barato y fácil de encontrar, pero también una de las formas más eficaces para reducir la inflamación».

¿Cuál es la ciencia que hay detrás?

El estudio de Delaware hizo que hombres y mujeres de entre 65 y 80 años bebieran 480 ml de zumo de cereza cada día durante 12 semanas. Una vez finalizado el periodo de estudio, se descubrió que todos los participantes que bebían un vaso diario de zumo tenían «niveles plasmáticos significativamente mayores de actividad reparadora del ADN», lo que anima al cuerpo a repararse a sí mismo.

Además, se descubrió que el zumo de cereza reduce la presión arterial y disminuye el colesterol gracias a sus propiedades antiinflamatorias. También es un antioxidante, lo que podría proteger contra varias formas de cáncer, que se ha descubierto que están relacionadas con la inflamación crónica.

No se preocupe: la inflamación crónica es diferente del tipo de inflamación que se encuentra en los músculos después de un entrenamiento, por lo que bombear hierro no aumentará sus riesgos de cáncer. Sin embargo, los tratamientos antiinflamatorios seguirán reduciendo el dolor muscular y el riesgo de inflamación crónica.

Puedes comprar zumo de cereza en cartón, pero a menudo es de concentrado o diluido, así que presta atención a la etiqueta antes de comprarlo. Otra opción es deshuesar una caja de cerezas normales y echarlas en una de nuestras mejores licuadoras junto con un poco de yogur bajo en grasa; sólo recuerda comprar cerezas ácidas, y no la variedad dulce.

Si buscas más soluciones antiinflamatorias, puedes probar con friegas como Calor Profundo y Bálsamo de Tigre para calmar el dolor muscular. También puedes recurrir a algunos de los mejores suplementos de aceite de pescado, ricos en omega 3, que tiene fuertes propiedades antiinflamatorias, o a los cinturones de estimulación eléctrica, que hacen pasar una corriente por tus músculos centrales para ayudarte a recuperarte más rápido.

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