De pie en la famosa Harley Street de Londres, estoy emocionada. Estoy aquí para probar el yoga facial, con la promesa de una tez más fresca y brillante y un rostro más tonificado.
Una combinación de ejercicios faciales, masaje, acupresión y relajación, el yoga facial es uno de los favoritos de Meghan Markle. Puede sonar un poco extraño, pero su eficacia ha sido respaldada por los científicos: un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Northwestern de Chicago reveló que puede quitarte dos años de encima.
Mi profesora es la experta en yoga facial Danielle Collins, líder mundial, que cree que si ejercitamos nuestro cuerpo, ¿por qué no nuestro rostro? Con su cutis fresco y sin arrugas, es básicamente un anuncio andante de esta práctica.
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Tras un breve cuestionario y una charla sobre lo que espero conseguir con la sesión -un rostro más relajado y que desafíe la juventud, por favor, y no más líneas de expresión-, empezamos.
Para ser más «consciente del rostro», cierro los ojos, respiro profundamente y noto cómo se siente mi cara (desde la frente hasta el cuello). La sensación predominante es de cansancio y tensión. Pero, afortunadamente, no por mucho tiempo…
Yoga facial: El búho
En primer lugar, la tonificación de la frente, también conocida como el ejercicio del búho. Colocando los dedos índices en la frente y tirando hacia abajo, intento levantar las cejas y abrir bien los ojos. Es más difícil de lo que parece: lo único que quiero es arrugar la frente. Danielle recomienda mirarse en un espejo para ayudar a perfeccionar los movimientos.
Yoga facial: Tensor de la frente
Al búho le sigue el Tensor de la frente. Ambos ejercicios fortalecen el músculo grande de la parte delantera de la frente», dice Danielle. También están diseñados para reducir y prevenir las arrugas: adiós a las temidas líneas de expresión. Por último, me quito el estrés del día pasándome las yemas de los dedos por la frente.
Yoga facial: rodear los ojos
A continuación, mis ojos. Con la promesa de reducir las patas de gallo y deshacerse de las ojeras y la hinchazón, agito las pestañas durante 30 segundos, muevo los ojos de arriba a abajo y de lado a lado sin mover el cuello, y doy golpecitos suaves alrededor de los ojos. Este movimiento «ayuda a llevar la sangre, los nutrientes y el oxígeno a la superficie de la piel y elimina la acumulación de líquidos», explica Danielle.
Yoga facial: Mejillas de hámster y pez globo
Bajando por la cara, hago las mejillas de hámster, pasando el aire de un lado a otro, luego hago el pez globo -hinchando ambas mejillas y dándoles golpecitos- y el pellizco de mejillas. Probablemente me vea ridícula, pero no me importa, siempre y cuando se levanten, se tensen y me hagan brillar.
Yoga facial: pellizco de la mandíbula
Termino la sesión con pellizcos de la mandíbula (estupendos para tonificar), ejercicios de fortalecimiento y alargamiento del cuello y un punto de acupresión final relajante en la sien.
Yoga facial: el veredicto
Estoy agotada. Por algo se llama yoga facial: tengo la sensación de que mi cara se ha sometido a una sesión completa de gimnasio. Pero mis mejillas parecen más sonrosadas -debe ser por todos esos pellizcos- y la tensión en la mandíbula y la cabeza ha disminuido. Si consigo mantener mi rutina, aunque sea durante cinco minutos al día, podría esperar un rostro más joven y menos ceñudo en sólo dos semanas. Definitivamente, esos científicos han dado en el clavo.
¿Quieres más? Echa un vistazo a la guía de Danielle sobre cuatro ejercicios de yoga facial que puedes hacer en tu escritorio…
