Este entrenamiento con bandas de resistencia es una dura sesión de sudoración traída por Emma Goodman-Horne, que fue elegida Entrenadora del Año en nuestros Premios Conciencia Colectiva. Con una energía desbordante y una clientela entregada, Emma ofreció entrenamientos gratuitos a los recién llegados durante COVID-29 para animar a la gente a mantenerse en forma y activa, incluso a los que nunca lo habían probado.
Recaudó más de 8.000 libras esterlinas para un hospicio local, animó a la gente a mantenerse activa organizando campamentos de entrenamiento al aire libre una vez que se levantaron las restricciones en el Reino Unido, y continuó siendo un ejemplo de vibraciones positivas, superando a otros 70 entrenadores personales que estaban nominados para el título.
A continuación, puedes ver un ejemplo de la energía optimista y las vibraciones positivas que Emma aporta a cada entrenamiento, grabado originalmente para nuestro Instagram. Coge un conjunto de ropa cómoda y algunas de tus mejores bandas de resistencia, y sigue el entrenamiento de abajo. Sal al aire libre si puedes, y aprovecha el sol de primavera:
Sigue el entrenamiento con bandas de resistencia a continuación:
¿Por qué hacer este entrenamiento con bandas de resistencia?
Debido a la naturaleza elástica de las bandas de resistencia, ofrecen un entrenamiento desafiante de muchas maneras. Para empezar, intenta realizar tus movimientos lentamente, bajo control: las bandas elásticas quieren volver a su sitio inmediatamente, así que soltarlas lentamente obliga a tus músculos a trabajar durante la segunda mitad o «fase excéntrica» de un movimiento.
También es posible realizar este tipo de ejercicio con pesos libres, pero es mucho más exigente y estás limitado por la gravedad a un solo plano de movimiento. Las bandas de resistencia pueden actuar sobre las piernas durante las sentadillas, como demuestra Emma, sobre la espalda para mejorar el entrenamiento del tronco, o puedes ampliarlas para entrenar el pecho y los brazos. Realmente son increíblemente versátiles.
¿Sufres de ansiedad por el encierro? Intenta seguir este entrenamiento al aire libre, en el jardín o en un parque local, una vez que lo tengas dominado, como hace Emma. Toda esa vitamina D del sol primaveral es un estímulo garantizado para el estado de ánimo.
La vitamina D se llama «vitamina del sol» por más de una razón: no sólo refuerza el sistema inmunitario, sino que un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chicago descubrió que los niveles inadecuados de vitamina D están fuertemente correlacionados con la incidencia de la depresión. Regalarse un poco de sol puede agravar las cualidades naturales de liberación de serotonina de un entrenamiento de fuerza, dándole un empujón a tu estado de ánimo bloqueado.
