El bienestar no siempre consiste en aprender a ser vegano y en bombear lavanda en el mejor difusor de aceites esenciales para dormir mejor. Otras tendencias de bienestar que están en boga son volver a lo básico cada mañana con una ducha helada.
El año pasado probé a ducharme con agua fría durante una semana y conté la experiencia en este sitio. Se puede decir que me he convertido: No las tomo todos los días, pero sigo disfrutando (de forma masoquista) de vencer ese estremecimiento y entrar en la ducha fría, y de sentir esa explosión de adrenalina al final.
Me he acostumbrado a permanecer en ellas entre dos y tres minutos, y aunque no hay forma de medir los beneficios físicos (no me he fotografiado la piel todos los días ni me he pesado con regularidad), me siento con mucha energía y estoy segura de que mi pelo y mi piel se ven y se sienten más sanos. Incluso para alguien que normalmente se ciñe a los consejos de fitness basados en la evidencia, he abrazado el poder pseudocientífico de la hidroterapia en casa.
Sin embargo, no es realista pensar que todo el mundo se sienta igual. El canal de YouTube WheezyWaiter presenta a Craig Benzine y a su esposa Chyna asumiendo un montón de retos de bienestar diferentes, como dejar el azúcar, el alcohol o la cafeína durante un mes, o hacer ejercicio todos los días durante un año. En este vídeo, se graba a sí mismo dándose duchas frías todos los días (no te preocupes, es seguro para el trabajo) para encontrar cualquier beneficio reportado.
«No noto nada, chicos», concluye Craig, «No me hace nada. Tal vez haga algo por ti, y es bueno para ti, pero si necesito energía simplemente voy a beber café».
A Craig le resultaban especialmente desagradables las duchas frías, y no quería volver a ellas. «Quizá haya beneficios a largo plazo que no se puedan medir, pero realmente no me importa. No siempre tenemos que estar optimizando todo, ¡a veces la comodidad también es buena!»
A Craig nunca se le pasó el susto inicial de la ducha fría, pero hay algunos beneficios científicos reportados de la exposición al agua fría. Según un estudio publicado por investigadores de los Países Bajos, las personas que se ducharon con agua fría durante un mes tuvieron un 29% menos de probabilidades de llamar al trabajo.
Gran parte de la propaganda de las duchas frías procede de Wim Hof, un autodenominado gurú conocido por haber subido parte del Everest en sólo un par de pantalones cortos y por sumergirse en agua helada durante largos periodos de tiempo. Hof cree en el poder reconstituyente del frío, alegando que hemos perdido nuestra conexión con la naturaleza en nuestros ambientes interiores templados con calefacción central y aire acondicionado.
¿Tiene razón? Quién sabe. Craig no vio ningún beneficio, pero yo sí: el mayor de ellos es practicar la superación del miedo, entrando en el frío cada mañana. Sólo hay una manera de saber si te funcionará…
