Si has hecho ejercicio de forma constante desde que eras muy joven, puede que des por sentado lo fácil que te resulta atarte las zapatillas y dirigirte al gimnasio o salir a correr. Sin embargo, en la mediana edad puede ser más difícil, si es la primera vez que te pones en forma o si vuelves después de una larga ausencia. Con la edad llegan músculos más rígidos, una menor forma física y crujidos en las articulaciones (pero, afortunadamente, este último problema puede solucionarse con los mejores suplementos para las articulaciones).
Pero le recomendamos que persevere: un estudio ha descubierto que las personas que empiezan a hacer ejercicio en la mediana edad obtienen tantos beneficios como las que llevan haciéndolo toda la vida.
La información procede de un estudio publicado por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Rockville (Maryland) y la Universidad de Newcastle (Reino Unido). El estudio analizó a más de 315.000 participantes y descubrió que «mantener la actividad física desde la adolescencia hasta la edad adulta se asociaba a un riesgo entre un 29% y un 36% menor de mortalidad por cualquier causa».
Esto no es nada nuevo: se da por hecho que si uno hace más ejercicio, tiene menos probabilidades de morir pronto por causas relacionadas con la obesidad y la inactividad. Sin embargo, la parte sorprendente de los resultados del estudio fue que, incluso si uno ha pasado su vida temprana inactivo, decidir ponerse en forma y perder peso en la mediana edad seguía estando asociado con un riesgo de mortalidad entre un 32% y un 35% menor.
Hay que tener en cuenta algunas cosas a la hora de volver a ponerse en forma en la mediana edad: por un lado, hay que cuidar el cuerpo. La movilidad es muy importante a la hora de aumentar la amplitud de movimiento y evitar lesiones, por lo que te recomendamos que practiques regularmente nuestros ejercicios de estiramiento para principiantes, o una rutina similar, para asegurarte de que te mantienes flexible y en forma.
Cuidar tu cuerpo también significa escuchar a tus articulaciones. Al principio, sobre todo si haces ejercicios de alto impacto como correr, debes tener en cuenta si sufres algún dolor en las articulaciones. Los ejercicios cardiovasculares de menor impacto, como el uso de una máquina de remo o una bicicleta elíptica, pueden ayudarte a ponerte en forma y a recuperar la salud sin someter a tu cuerpo a una tensión excesiva.
Por último, asegúrate de incorporar a tu dieta algunos ejercicios de desarrollo muscular y una fuente adicional de proteínas. Añadir un poco de músculo con el entrenamiento de resistencia puede aumentar su metabolismo, ayudándole a perder peso a largo plazo al mejorar su composición corporal, según los investigadores del Quincy College de Boston.