Por fin empieza a hacer calor después de un invierno que, gracias a las restricciones del COVID, parecía eterno. El ejercicio al aire libre va a ser mucho más agradable, y popular. En consecuencia, las mejores zapatillas para correr para hombres, las mejores zapatillas para correr para mujeres y los mejores pantalones cortos de entrenamiento para ambos sexos están en demanda mientras salimos a nuestros parques y aceras locales.
Sin embargo, ahora que empezamos a mostrar algo de piel, es importante mantenerse protegido. Un informe de la Sociedad Americana de Cirugía Dermatológica comparó a las personas que utilizaron protección solar durante un año con las que no lo hicieron, y descubrió una enorme reducción del 52% en la claridad, la textura y la pigmentación de la piel causada por el daño solar. Proteger la piel no sólo puede evitar que se produzcan quemaduras solares perjudiciales, sino que revierte activamente los signos de envejecimiento causados por el daño solar anterior.
Por supuesto, el mayor beneficio de usar un protector solar de alto factor es que evita que los dañinos rayos UV dañen tu piel, reduciendo el riesgo de cánceres de piel o melanomas.
Skincancer.org afirma que «el uso diario y regular de un protector solar con factor de protección 15 puede reducir el riesgo de desarrollar un carcinoma de células escamosas (CCE) en aproximadamente un 40%, y disminuir el riesgo de melanoma en un 50%». Es una estadística que no podemos ignorar ahora que el tiempo mejora.
Es posible que tengas la tentación de empezar a utilizar una crema hidratante con FPS incluido, lo que parece una forma estupenda de cuidar la salud de tu piel en más de un día. Pero un estudio de la revista PLOS One descubrió que las personas que se aplicaban cremas hidratantes con FPS a diario tendían a pasar por alto las zonas sensibles. El estudio midió la saturación del tono de las personas que llevaban tanto protector solar como crema hidratante con FPS, y descubrió que los que llevaban protector solar cubrían mejor.
No te dejes desanimar por los riesgos: siempre que estés bien cubierto y protegido, hacer ejercicio al aire libre bajo el sol tiene muchos beneficios. Para empezar, es más duro: tu cuerpo se calienta mucho más rápido, así que tu rutina habitual será mucho más dura en climas más cálidos.
Otro beneficio es el efecto que obtiene tu cuerpo al absorber toda esa vitamina D: un estudio realizado por investigadores brasileños descubrió que hacer ejercicio al aire libre, en lugar de tomar el sol, ayuda al cuerpo a generar más vitamina D, lo que mejora nuestro estado de ánimo y ayuda a desarrollar nuestro sistema inmunológico y la salud de los huesos.
