En los últimos años, la dieta ceto ha demostrado ser beneficiosa a la hora de perder peso. La teoría en la que se basa esta dieta -reducir drásticamente los carbohidratos en favor de una dieta predominantemente rica en grasas y proteínas- se ha hecho muy popular. Las mejores proteínas en polvo para la pérdida de peso, por ejemplo, son bajas en carbohidratos para adaptarse a esta ética de la dieta sin pan, sin arroz y sin carbohidratos.
Sin embargo, aunque la dieta es aparentemente excelente para perder peso, la naturaleza restrictiva de esta dieta podría significar que es mala para el corazón. Un estudio, publicado por investigadores de la Universidad de Reading, examinó más de cerca las relaciones entre las dietas altas en grasas (como la dieta ceto, que busca sustituir algunos carbohidratos por grasas) y la salud del corazón.
Los resultados del estudio fueron interesantes – y preocupantes. Basándose en experimentos con ratones, se descubrió que una dieta rica en grasas puede hacer que una proteína normalmente inofensiva se vuelva hiperactiva. Esto crea mucho estrés en nuestros corazones, lo que resulta en una «hipertrofia destructiva», dañando los músculos que componen el órgano.
La primera autora del estudio, la doctora Sunbal Naureen Bhatti, declaró: «Nuestra investigación muestra una de las formas en que una dieta alta en grasas puede causar daños en las células musculares que componen nuestro corazón.
«En realidad sólo estamos arañando la superficie… pero nuestra investigación demuestra claramente que las dietas altas en grasas tienen el potencial de causar un daño significativo al corazón».
Esto no quiere decir que la dieta ceto sea intrínsecamente mala para usted: como se mencionó anteriormente, la dieta alta en grasas y proteínas puede tener enormes beneficios en lo que respecta a la pérdida de peso y la forma física. El consumo excesivo de carbohidratos es una de las principales causas de aumento de peso en el mundo occidental, y la dieta ceto restrictiva es una gran manera de deshacer algunos de estos daños.
Sin embargo, esta nueva investigación indica que estos cambios en el estilo de vida deben abordarse con cierta precaución. Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, consumir demasiadas grasas saturadas puede elevar el nivel de colesterol LDL o «malo» en la sangre, lo que contribuye aún más a las enfermedades cardíacas. Es mejor optar por fuentes de grasa más saludables, como cambiar la mantequilla, la margarina y el aceite vegetal por otras alternativas, como el aceite de coco o de oliva.
El aceite de oliva y algunas grasas animales están llenos de ácidos grasos omega-3 beneficiosos (que, casualmente, también están en nuestros mejores suplementos de aceite de pescado y mejores suplementos para las articulaciones).
Si quiere aumentar su consumo de grasas y reducir el de carbohidratos, cambie sus fuentes de carbohidratos, pasando de los alimentos con alto IG y almidón, como el pan y las patatas, a fuentes con bajo IG y alto contenido en fibra, como las verduras crucíferas y los alimentos integrales. Asegúrate de consultar a un médico o dietista siempre que sea posible cuando planees un cambio de dieta grande y drástico.