La crisis del COVID-19 persiste y se intensifica en todo el mundo, a pesar de las vacunas en el horizonte. Sabemos que el COVID-19 puede tener graves efectos a corto y largo plazo. Sin embargo, lo que quizá no sepas es que, a pesar de que el COVID-19 es una enfermedad respiratoria, también puede tener efectos gravemente perjudiciales en el intestino.
Un nuevo estudio de la Sociedad Americana de Microbiología descubrió que las personas con una mala salud intestinal existente tienden a contraer COVID-19 de forma más grave. El estudio descubrió que una fracción «considerable» de los pacientes hospitalizados con problemas respiratorios también tienen problemas gastrointestinales como diarrea y vómitos, lo que sugiere que la COVID aumenta la gravedad de la enfermedad.
«El mundo entero está sufriendo esta pandemia de COVID-19», dijo el microbiólogo Heenam Stanley Kim, Ph.D. «Pero lo que la gente no se da cuenta es que la pandemia de microbiomas intestinales dañados es mucho más grave ahora».
Incluso si se contrae el COVID, es posible que no llegue al intestino. Pero si tu salud intestinal ya es mala, el virus podría causar una serie de problemas gastrointestinales. Según Kim, podemos reducir la probabilidad de contraer un COVID más grave si nos aseguramos de mantener una buena salud intestinal.
Esto incluye tener cuidado con lo que comemos. La fibra es esencial para mantener nuestros movimientos intestinales sanos y regulares, evitando el estreñimiento y protegiéndonos del cáncer de intestino. Puedes obtener más fibra del pan, la pasta, el arroz y los cereales de desayuno integrales. También se encuentra en las legumbres, en las verduras fibrosas como las zanahorias y el brócoli y en las frutas como las manzanas y las peras.
Beber más agua también es bueno para la salud intestinal, mientras que los mejores suplementos de aceite de pescado pueden actuar como antiinflamatorios, previniendo todo tipo de afecciones perjudiciales.
La Universidad John Hopkins del Reino Unido descubrió que los probióticos sólo son eficaces en un 36% de los estudios. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido recomienda tomar suplementos probióticos todos los días durante al menos cuatro semanas antes de ver algún tipo de beneficio.
No es malo añadir algunas bacterias buenas a la mezcla, pero es poco probable que los yogures probióticos tengan un gran efecto. Es un poco una táctica de marketing.
También hay que evitar algunos alimentos: el café, el chocolate, las bebidas gaseosas, los alimentos muy picantes y las bebidas con cafeína pueden desencadenar el reflujo ácido, dependiendo de la potencia y la calidad de esos alimentos.
El té de menta, en cambio, es conocido por calmar los problemas digestivos y la mayoría de las variedades no contienen cafeína.
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